BATALLA DE CASEROS: ¿Guerra civil Argentina?

A 171 años de una batalla clave en la historia argentina, nos escapamos de la escuela para pensar esta guerra en un marco más amplio. Rosas se enfrentó a Urquiza en el Palomar de Caseros. Te explicamos que modelo triunfó.

VIVA DON JUAN MANUEL

Tras el triunfo, Justo José de Urquiza no fue bien recibido en la campaña, cuentan que cuando su carruaje
atravesaba la provincia, entre las actuales ciudades de Pergamino y Chivilcoy, le comentaba al Capitán uruguayo Cesar Díaz, ” si no fuera por el interés de organizar el país, debería haberme mantenido aliado a Rosas, porque estoy persuadido que es un hombre muy popular en estas tierras”. Por su parte, cuenta el escritor Cuninghame Graham que treinta años después en las pulperías allende a Bahía Blanca, los humildes y campesinos, brindaban al grito de ¡Viva Don Juan Manuel! o de ¡Viva Rosas!.

RELATOS DEL SUR. MATÍAS ESCOT

¿GUERRA CIVIL ARGENTINA O UNA GUERRA AMERICANA?

El 3 de febrero de 1852 a la vera del arroyo Morón, en el Palomar de Caseros se desplegó una de las batallas con más soldados de América en el siglo XIX, 25 mil hombres, un ejército multinacional y otro nacional. El Ejército Grande, al mando de uno de los hombres más ricos de la Confederación Argentina y del Litoral, Justo José de Urquiza, integrado por uruguayos, brasileros, entrerrianos, correntinos y liberales porteños como Bartolomé Mitre, también se encontraba Domingo F. Sarmiento en este grupo. Los federales al mando del brigadier Juan Manuel de Rosas. Es una incógnita como duró un par de horas y en sus campos quedaron sólo mil muertos aproximadamente, allí tendidos por días pudriéndose y siendo alimento de chimangos, y otras aves de rapiña

Punto de inflexión, la historia oficial planteó guerras internas, y muchas veces hay un mapa más grande,
los federales argentinos, el Paraguay y los blancos uruguayos tenían un objetivo en común, una diagonal
entre ellos que era un proyecto autónomo, más de industrias regionales, y por supuesto federal.
Contra un sector que percibía a su país, más atado a los intereses foráneos a las inversiones, a todo aquello que pretendiera “el mundo”, más bien el capital extranjero. Y por supuesto con un mando centralizado, en nuestro país con la centralidad en Buenos Aires, por ello se levantarán los caudillos del interior contra el gobierno de Bartolomé Mitre. Lo extraño que a la vera del arroyo Morón, en el Palomar de Caseros hay dos hombres federales enfrentados, por un lado el brigadier Juan Manuel de Rosas, y por otro el hombre más rico del litoral, el general Justo José de Urquiza.

El hombre más rico del Litoral hacia 1850, el caudillo federal Justo J. de Urquiza.

URQUIZA, ROSAS y LA ECONOMÍA:

El tema es que con el entrerriano, no sólo está el chacho Peñaloza, o Felipe Varela sino una columna de unitarios, entre los que se encuentra Bartolomé Mitre.
Para el historiador y politólogo Hernán Brienza, la batalla está en el marco de una guerra civil más amplia que del río de la Plata, es una guerra más de América, de los proyectos federales americanos.

Rosas tenía una hipótesis de conflicto, con el Imperio de Pedro II, el Brasil, si bien guerra no se dió, brasileros pelearon junto a Urquiza, y este fue armado por el propio restaurador. El Restaurador pensaba en Urquiza como el hombre que desde el litoral podía frenar el avance brasilero. El entrerriano se pronunció el 1 de mayo de 1851, desconociendo a Rosas como representante de las relaciones exteriores. Es decir el hombre más rico de la provincia, y con mayor capital político, y también federal, se convierte en el principal opositor.

En el Palomar de Caseros no se iba a definir sólo lo política de la Confederación sino su economía basada en un proyecto de liberalización del comercio, de apertura de aduanas, y de libre navegación de los ríos, en fin un modelo que le permitiría ingresar al país sistema capitalista, como proveedor de materias primas.

El Doctor Valentín Alsina, será el líder de uno de los grupos liberales porteños.

VENCEDORES Y VENCIDOS

Por último la derecha liberal que se alió a Urquiza para derrocar a Rosas, tras una conspiración, el 11 de Septiembre de 1852, se sublevaría para dar un golpe de estado contra el propio J.J de Urquiza, cuando este estaba en Santa Fe, organizando el congreso constitucional. Buenos Aires con el alsinismo y el mitrismo, declararían la secesión, Buenos Aires se separaría por ocho años del resto del país, de la Confederación urquicista.

Si se acusa a Rosas de violencia política, ejercida por la Mazorca, el brazo armado represivo durante su gobierno, la oposición no se quedó atrás. Cuenta Ricardo Salvatore, en su trabajo, Consolidación del Régimen Rosista, explica que, la ciudad quedó librada a las “pasiones”, las mismas que se le reclamaban al restaurador. De esta manera, la ciudad fue saqueada, y también se ejecutaban oficiales rosistas, en el entre a Santos Lugares, Palermo y la ciudad, los visitantes podían ver cadáveres colgados en los árboles como el fin de una era.

AUTOR: MATÍAS J. ESCOT. Docente de Historia. Redactor en el medio de Actualidad, Cultura, y Deportes Entre Nos Social Info

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